En cualquier empresa, sociedad o negocio, debe haber al menos una persona que asuma el mando y dirija al personal. Pero no todo el mundo sabe ser buen jefe. Un buen líder es una persona con autocríica, que no se conforma, que tiene muy desarrollada su inteligencia emocional, y que por encima de todo, sabe motivar a sus trabajadores para que den lo mejor de sí mismos. Una empresa sustentada en un ambiente donde no se valora el esfuerzo y la labor de los empleados, no resulta el lugar ideal para trabajar y probablemente, no acabe generando los resultados esperados. Por ello, es necesario que exista un sentimiento de unanimidad que, en cierta manera, puede conseguirse con regalos promocionales.